jueves, noviembre 14, 2024
martes, agosto 06, 2024
Vídeo cápsulas sobre algunas plantas de interés etnobotánico en el Caribe isleño
Recientemente, como parte de mi trabajo en el Centro de Investigaciones Sociales de la Universidad de Puerto Rico (Río Piedras), he estado produciendo vídeocápsulas breves sobre algunas plantas muy importantes en nuestra historia fitocultural antillana. Esas vídeocápsulas se basan en datos paleoetnobotánicos obtenidos durante poco más de dos décadas en nuestra región, lo que sin duda ha servido para comenzar a actualizar la vertiente agroeconómica y culinaria de nuestras historias ancestrales. Falta mucho por hacer para que toda la nueva información producida desde la arqueología y la paleoetnobotánica logre cambiar las narrativas históricas tradicionales u oficiales que todavía le inyectan a nuestros jóvenes en el sistema de educación de Puerto Rico y otras islas.
Video cápsula 1. El Laboratorio de Etnoecología y Paleoambientes Humanos del Centro de Investigaciones Sociales (Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Puerto Rico-Río Piedras) comparte con mucho agrado el siguiente vídeo clip:
Duración: 3:09 minutos. Relación de aspecto: 16:9 (se ve mejor en pantalla horizontal).
Resumen: Esta sintética producción muestra solo un fragmento de la profunda historia de la dispersión humana del maíz una vez éste fue domesticado por los pueblos originarios de México hace casi 9,000 años. Contrario a lo establecido en tantas otras historias sobre el origen y la dispersión antigua del maíz a través de toda América, en esta nueva versión las islas del Caribe y las tierras bajas del noreste de Sudamérica sí fueron algunas de las protagonistas de esos procesos de escala hemisférica. Las perspectivas frescas y basadas en datos científicos que modifican la historia de una de las plantas alimenticias más importantes de todos los tiempos (el maíz) se las debemos a las investigaciones paleoetnobotánicas y paleoecológicas producidas en las últimas décadas en el Neotrópico continental e isleño.
¡Utilice este nuevo conocimiento! ¡Disfrútelo y compártalo
con otras personas!
Dato de interés: Para trazar los ritmos de la dispersión inicial del maíz doméstico, condensados en un mapa animado que dura poco más de 20 segundos en el vídeo clip, el doctor Jaime R. Pagán-Jiménez (investigador experto en paleoetnobotánica y arqueología neotropical del LEPH/CIS) utilizó información y datos producidos por varias decenas de investigadoras/es en paleoetnobotánica, paleoecología y arqueología de las Américas durante los pasados 40-50 años. Eso incluye su propio trabajo paleoetnobotánico de los últimos 20 años en todo el Caribe isleño, la Guayana Francesa y Ecuador.
Video cápsula 2. El Laboratorio
de Etnoecología y Paleoambientes Humanos del Centro
de Investigaciones Sociales (Facultad de Ciencias Sociales,
Universidad de Puerto Rico-Río Piedras) comparte con mucha satisfacción el
siguiente vídeo clip:
Duración: 3:45 minutos. Relación de aspecto: 16:9 (se ve mejor en pantalla horizontal).
Resumen: El relato que compartimos en esta ocasión resume
una de las muchas historias de lo que posiblemente es el alimento procesado de
origen vegetal más antiguo del Caribe isleño. De las plantas de marunguey
(conocida como guáyiga y coontie en otras islas), nuestros primeros ancestros
en la región, hace casi 8000 años atrás, procesaban sus tallos subterráneos y
peligrosamente tóxicos para confeccionar diversos platillos altamente
nutritivos. Con el pasar de los siglos, esos alimentos terminaron siendo
asimilados, y en ocasiones modificados, por nuestros abuelos de origen africano
y europeo. Increíblemente, el uso del marunguey como alimento ha sobrevivido
hasta entrado el siglo 21. Así que más de 270 generaciones después del inicio
del poblamiento humano de las Antillas, todavía hay sectores de nuestras
sociedades que guardan el rico conocimiento ancestral de uno de los alimentos
más destacados en la larga historia de las islas. Esto es importante. En esas
historias del marunguey se podrían encontrar algunas lecciones básicas de
sobrevivencia biológica y cultural muy profundas en el tiempo, y útiles para
nuestro presente y futuro alimentario.
Si desea conocer más información sobre este fascinante tema
y otros íntimamente relacionados, puede visitar el perfil del doctor Jaime R.
Pagán-Jiménez en nuestra página web del Centro de Investigaciones Sociales (https://sociales.uprrp.edu/cis/dr-jaime-r-pagan-jimenez/)
y acceder de manera gratuita a varios artículos o capítulos ya publicados.
¡Retome este conocimiento milenario nuestro que ha estado a punto de desaparecer! ¡Disfrútelo y compártalo con otras personas!
Descargo de responsabilidad: Comer productos alimenticios derivados del marunguey/guáyiga sin el debido procesamiento meticuloso de los órganos aprovechables puede ser sumamente peligroso (y hasta letal) para los seres humanos y otros organismos vivos (e.g., mascotas). No intente replicar, ni consumir, las preparaciones de marunguey contenidas en este video clip ya que en el mismo no se muestran los detalles de todo lo que se requiere para erradicar el componente tóxico de la planta. Si lo hace, tenga en cuenta que será bajo su propio riesgo. El video clip ha sido preparado únicamente como herramienta educativa para visualizar un proceso muy antiguo de preparación alimenticia y del cual, al día de hoy, no se conoce con precisión sus particularidades.
viernes, agosto 02, 2024
Algunas conferencias o entrevistas radiales (grabadas) dictadas sobre arqueología y paleoetnobotánica caribeña (y boricua): 2023-2024
Compartimos en esta ocasión los resúmenes y enlaces a varias conferencias o entrevistas dictadas por mí (Jaime Pagán-Jiménez) entre los años 2023 y 2024. Algunos enlaces le llevarán a Facebook, pues fue ahí donde quedaron guardadas algunas grabaciones. Esperamos que el contenido de estos documentos grabados sean de utilidad para estudiantes y magisterio, tanto de Puerto Rico, como de otras regiones caribeñas. ¡Saludos!
1. Breve historia fitocultural de los primeros pobladores antillanos (5800 a 2000 años a.C.) – Esta conferencia, dictada el día 28 de noviembre de 2023 por el doctor Jaime Pagán Jiménez (investigador del Centro de Investigaciones Sociales de la UPR, Río Piedras y director/coordinador del Laboratorio de Etnoecología y Paleoambientes Humanos del CIS [LEPH/CIS], UPR-RP) en el marco del 13er Simposio de Agroecología ‘La historia de nuestros alimentos: El regalo de Cruz Miguel Ortiz Cuadra’ (UPR-Utuado), sintetiza los capítulos iniciales de la agricultura del Caribe isleño según la nueva información científica recopilada en toda la región durante los últimos 20 años. Esta nueva historia de los orígenes de la agricultura caribeña es todavía desconocida por la gran mayoría de los habitantes de las islas, a pesar de que la misma ha sido ampliamente difundida por múltiples medios informativos y educativos. Los textos escolares de historia de la región todavía no integran este nuevo conocimiento de nuestra historia antigua en los módulos oficiales de Estudios Sociales, Historia o Ciencias Sociales de los sistemas escolares públicos. Enlace a Facebook live grabado – https://www.facebook.com/500801673/videos/1267938747229869/.Nota: La conferencia puede ser vista en el vídeo clip a partir de 1 hora, 10 minutos y 30 segundos.
2. Desde la Amazonia hasta Puerto Rico: repensando la historia con la arqueología – Entrevista radial al doctor Jaime Pagán-Jiménez en el programa Hilando Fino desde las Ciencias Sociales. Radio Universidad. UPR-RP, 13 de febrero de 2024. Resumen tomado y posteriormente editado del podcast oficial de Hilando Fino: “Recientemente en la prestigiosa revista Science, un equipo de investigadores, incluyendo al arqueólogo y paleoetnobotánico puertorriqueño Jaime Pagán Jiménez, publicaron los hallazgos de un estudio exhaustivo de la región del Valle de Upano en Ecuador en la que notamos, contrario a todo lo que se aprende en historia, la presencia de una civilización de la misma extensión que los Mayas, que data 600 AC. Discutimos la importancia de repensar las narrativas históricas del mundo que existía antes de la colonización europea, que había establecido una visión de inferioridad de las comunidades y civilizaciones originarias tanto en el Caribe como América Latina. Igualmente, reflexionamos sobre la importancia de nuevas tecnologías y el apoyo institucional de los gobiernos latinos en estos descubrimientos. Nuestro invitado, Dr. Jaime Pagán discute también como las investigaciones de la dieta descubierta en osamentas y otros materiales arqueológicos precolombinos nos permite entender la complejidad alimenticia de los pueblos indígenas de Puerto Rico y el Caribe y sus implicaciones en el desarrollo de las técnicas de agricultura, cuestionando así la narrativa de la simplicidad de la sociedad nativa. El Dr. Pagán lidera el recientemente creado Laboratorio de Etnoecología y Paleoambientes Humanos en el Centro de Investigaciones de Sociales de la UPR en Río Piedras.
Enlace al podcast oficial del programa radial Hilando Fino desde las Ciencias Sociales https://open.spotify.com/episode/2Xz4IXKH9oh45t4kODKXEX
jueves, noviembre 16, 2023
Marunguey | guáyiga | coontie (Zamia spp.): patrimonio culinario del Caribe
Distribución geográfica de los hallazgos paleoetnobotánicos de Zamia en el circum-Caribe. Mapa de Jaime Pagán-Jiménez. |
Zamia pumila (uno de nuestros marungueyes), Peñuelas, Puerto Rico. Foto de Jaime Pagán-Jiménez |
Al hacer clic en el título que se muestra a continuación, podrán acceder a una versión digital (en PDF) de un capítulo de libro (escrito en inglés) que aborda la ecología histórica de las Zamias en el Caribe desde la perspectiva de las investigaciones paleoetnobotánicas: "Zamia in the Insular Caribbean: New Insights into the Historical Ecology of an Ancient Wild Food Plant". El libro al que se hace referencia es fascinante también, y se titula Under the Shade of Thipaak: The Ethnoecology of Cycads in Mesoamerica and the Caribbean. Fue editado por los colegas Michael D. Carrasco, Angélica Cibrián-Jaramillo, Mark A. Bonta y Joshua D. Englehardt y publicado por University Press of Florida en el año 2022.
Desde la paleoetnobotánica caribeña ha sido posible conocer mejor los ritmos cronológicos y geográficos de las tradiciones culturales vinculadas al consumo de la Zamia en las islas. Comenzando 7,800 años atrás, y extendiéndose hasta pleno siglo 21, los distintos alimentos hechos con la Zamia han sido confeccionados, ininterrumpidamente, por casi 200 generaciones de caribeñas y caribeños. Esos productos culinarios posiblemente son los alimentos vegetales de origen silvestre más antiguos en nuestra historia en las islas. Esta planta (sus distintas especies caribeñas) y las tradiciones alimentarias que la han acogido por casi 8000 años, deben ser consideradas patrimonio culinario, o patrimonio cultural, del Caribe.
lunes, marzo 07, 2022
Riqueza y diversidad culinaria caribeña, “muy profundas en el tiempo” según nuevo estudio
¿Cómo los investigadores hicieron sus hallazgos y qué encontraron?
El estudio en el cual los investigadores efectuaron análisis de diminutos almidones antiguos recuperados del sarro dental humano, tomó en cuenta a 60 individuos de origen precolonial y colonial temprano que ocuparon 19 localidades arqueológicas en 11 islas caribeñas (Cuba, Española, Puerto Rico, San Tomás, San Martín, Saba, Guadalupe, Santa Lucia, San Vicente, Trinidad y Tobago, y Aruba). El análisis de los almidones antiguos producidos por distintas especies vegetales es un método de investigación innovador en la arqueología, pues hasta ahora es el único que puede revelar la identidad de muchas de aquellas plantas con órganos repletos de almidones que fueron consumidas, o literalmente llevadas a la boca, por los seres humanos del pasado. “Aunque la mayoría de los individuos estudiados son de origen precolonial, pudimos analizar también los almidones antiguos recuperados en individuos de la era colonial temprana de las islas de Cuba, Saint Martin y Saint Vincent, siendo algunos de éstos nacidos en África y, al menos uno, de origen Amerindio que vivió en una villa de indígenas Caribe o Kalinago entre los siglos 16 y 17. No obstante, tenemos que aclarar que el análisis de almidones puede revelar la identidad de una porción limitada de plantas consumidas en el pasado. Es decir, todas aquellas plantas consumidas que no poseen almidones en sus porciones comestibles pasan desapercibidas de este tipo de trabajo, aunque afortunadamente las porciones comestibles de las principales plantas alimenticias a través de la historia y en todo el mundo, son muy ricas en almidón como es el caso del arroz, la malanga y el plátano en el este y sureste asiático, los ñames y las legumbres en África occidental, el trigo y la cebada en Europa y Medio Oriente, la papa en los Andes sudamericanos y el maíz, los frijoles y los quenopodios en Centro y Norte América”, apunta la doctora Mickleburgh en declaraciones escritas. El estudio encontró que desde los individuos más antiguos hasta los más recientes, el maíz fue la planta alimenticia más sobresaliente en su dieta y en la identidad culinaria Amerindia a lo largo de toda la era precolonial, pero también durante los periodos coloniales tempranos de las Antillas Mayores y Menores. “Esto es importante, pues en el Caribe el maíz no solo ha sido consistentemente minimizado como recurso alimenticio por las historias oficiales regionales y globales. Al haber sido distorsionada o simplificada su historia profunda en las islas, los antropólogos y arqueólogos que trabajan con estos temas simplemente descansaron en la idea ya generalizada de que el casabe habría sido el principal alimento vegetal de esta región una vez que se establecieron y se expandieron las sociedades agrícolas precoloniales originarias del continente sudamericano”, añade Pagán-Jiménez. Pero el maíz tampoco fue el componente principal de la dieta vegetal precolonial caribeña, según lo establece el estudio. “La importancia cultural del maíz en las sociedades caribeñas es ahora insoslayable, aunque es algo que todavía estamos dilucidando, pues las evidencias señalan que otras plantas amiláceas –principalmente tubérculos, rizomas y semillas como la batata dulce, el marunguey, la yuquilla o arrowroot, la yuca o el frijol – aportaron más, todas ellas como conjunto, a la dieta. Lo interesante es que nuestro trabajo, al igual que otros estudios paleoetnobotánicos previos, han mostrado de manera consistente que el maíz fue el contribuyente vegetal individual que más aportó en diversas preparaciones culinarias vegetales, ya que sus rastros microscópicos se han recuperado en una diversidad impresionante de utensilios de cocina, de manera mucho más frecuente que el resto de plantas hasta ahora identificadas en muchos otros contextos arqueológicos antillanos. En nuestro estudio, se repite ese mismo patrón culinario”, aclaran Mickleburgh y Pagán-Jiménez. En la investigación publicada los restos microscópicos de la yuca sí fueron identificados, aunque no de manera tan significativa como el maíz y otras plantas alimenticias silvestres, como es el caso del marunguey, una especie vegetal de las cicadales utilizada históricamente como alimento amiláceo en diversas partes de América. Los hallazgos revelan una historia culinaria caribeña precolonial compleja que a todas luces dio pie a otras transformaciones que luego cambiarían el curso alimentario de la humanidad. Y es que no se puede olvidar que fue desde las islas del Caribe que se dispersaron al Viejo Mundo, por primera vez, plantas como el maíz, la yuca y el ají –identificadas todas en la investigación publicada– convirtiéndose así en fuentes alimenticias y en recursos culturales de gran envergadura en muchas regiones del planeta.
Los investigadores pudieron constatar que en las diversas islas los pueblos indígenas desarrollaron prácticas y preferencias culinarias vegetales divergentes, muy distinto a la supuesta homogeneidad culinaria oficialmente establecida en las historias regionales y globales sobre el Caribe. Las razones para tal variabilidad culinaria no han podido ser del todo clarificadas, aunque señala Mickleburgh: “creemos que todo el tiempo estuvieron operando e interactuando distintas identidades culturales y, por supuesto, en ese contexto los diversos grupos humanos elaboraron sus propias prácticas culinarias en función de sus preferencias, de sus entornos y de sus cambiantes sistemas de valores”. No obstante, el estudio muestra que casi siempre los mismos ítems vegetales fueron utilizados en las distintas islas. Sobre este particular, Pagán-Jiménez agrega: “esto es un claro indicio de que los diversos grupos humanos que habitaron las islas estuvieron en constante movimiento y, a la misma vez, interconectados como hemos podido apreciar desde otros ámbitos de la cultura material precolonial de las islas. Las similaridad de plantas utilizadas por diversos grupos refieren a conocimientos compartidos sobre ellas a través de la región, pero también a procesos de resignificación y valoración diferencial de ellas una vez fueron insertadas en la intimidad de la vida comunitaria de cada pueblo”.
Plantas amiláceas alimenticias consumidas por africanos esclavizados y amerindios
A la par con la conquista y la expansión del poder colonial en las Américas fueron arrancados del occidente de África millones de seres humanos para ser esclavizados y comercializados. Así se sostuvo la economía mercantilista de las potencias europeas que se apropiaron del Caribe. Al menos tres individuos nacidos en África occidental y otros más, de origen Amerindio o mixto relacionados ya con el sistema encomiendas español en Cuba, formaron parte del estudio, mostrando que una parte de sus dietas vegetales consistió en productos amiláceos utilizados en el Caribe desde hacía miles de años: frijol, maíz y marunguey en el caso de los individuo de Cuba, y maíz y yuca en el caso de los dos individuos de Saint Martin. “Los datos que obtuvimos para este periodo colonial son ciertamente alentadores y significativos. Desafortunadamente, el número de individuos de origen africano, o de origen mixto y Amerindio que pudimos incluir en el estudio fue muy bajo, así que no tuvimos la oportunidad de explorar en detalle, por ejemplo, la vertiente alimentaria y culinaria de nuestros ancestros que vilmente fueron arrancados de sus lugares de origen en África occidental”, advierte Pagán-Jiménez, quien es oriundo de la zona montañosa central de Puerto Rico. “Llevo poco más de dos décadas estudiando la paleoetnobotánica de nuestras sociedades amerindias precoloniales en las islas del Caribe y Sudamérica. Siempre he querido poner mis habilidades y sensibilidad como investigador nativo al servicio de las nuevas historias caribeñas que responsablemente cuestionan y corrigen el establishment histórico, todavía muy impregnado con narrativas y actitudes de corte colonialista en lo que se refiere a nuestro pasado y presente indígena y africano. Creo que nuestros enfoques metodológicos ofrecen información muy robusta para enfrentar estos problemas desde la arqueología y la historia, pero se necesita hacer muchísimo más, sobre todo investigaciones colaborativas con mis compañeros afrodescendientes de diversas islas”.
Plantas alimenticias ancestrales del Caribe para el presente y el futuro
El nuevo cuerpo de datos obtenido por Pagán-Jiménez y Mickleburgh ayuda a solidificar las nuevas perspectivas que se han estado hilvanando en el Caribe en relación con la alimentación Amerindia y post-conquista europea. “Lo importante es saber que fue inicialmente desde las entrañas del Caribe que algunos investigadores locales comenzamos a cuestionar seriamente esas historias tan rígidas y sesgadas sobre las culturas culinarias de nuestra región. Y comenzamos a hacer esto con nuevos datos científicos, siempre validados por la academia occidental. Como resultado de esto y de otras investigaciones recientes sobre la historia de la alimentación en la región, ahora sabemos que el Caribe isleño entretejió su destino alimentario de muy variadas formas, y que fue el concierto de una multiplicidad de culturas y condiciones de existencia lo que contribuyó de manera protagónica a la gestación de esa diversidad y riqueza culinaria que todavía hoy nos caracteriza. Estas nuevas historias antiguas, y lo que estamos tratando de recuperar del olvido, del descuido y de la complacencia con lo que ya se había escrito, son también nuevas y muy poderosas formas de emancipación ideológica e intelectual en pleno siglo 21.”, apunta Pagán-Jiménez. Y es que, a juzgar por las historias más generalizadas que se tienen del Caribe, la región estableció y definió sus particularidades culturales, y su carácter multicultural, precisamente gracias a la obra colonizadora de las potencias europeas.
“Hemos visto que las prácticas culinarias en todo el Caribe Amerindio y Africano fueron muy dinámicas. Esos alimentos que hoy redescubrimos brindaron no solo certidumbre alimentaria a los habitantes del Caribe, sino también nuevas posibilidades de persistencia cultural y sobrevivencia durante uno de los periodos más álgidos de la dominación colonial. Por lo tanto, creemos que esos alimentos vegetales cuentan historias mucho más profundas de las islas y su gente que superan por mucho la simple visión que se tenía de los caribeños y sus cocinas tradicionales.”, sostiene Mickleburgh. Los nuevos capítulos de la historia que actualmente se reescriben en la región, y en los cuales también colaboran académicos de diversas partes del mundo que estudian el Caribe, podrían tener un impacto real en el presente y en el futuro alimentario de las islas. “Esas historias dan cuenta de un sinnúmero de estrategias que por miles de años utilizaron nuestros ancestros para sobrevivir en esta región tan asediada por las tormentas o huracanes cada vez más poderosos y devastadores. Si a esto le sumamos el avasallador sistema de mercado que impera en las islas – donde cada vez es más palpable la merma o la simple ausencia de soberanía alimentaria– es posible que algunas respuestas y soluciones para enfrentar estos problemas se encuentren precisamente en la propia historia alimentaria y culinaria de las islas. Parece que tenemos que mirar hacia nuestro pasado para, en cierto modo, “re-aprender” y construir así futuros alimentarios confiables y sensibles a nuestra milenaria idiosincrasia”, concluye Pagán-Jiménez.
Nota: Journal of Archaeological Research es una de las principales revistas científicas de arqueología y antropología a nivel internacional. Publica los más recientes resúmenes de investigación sobre una amplia gama de temas y áreas geográficas. Los artículos se enfocan en presentar el estado actual de la disciplina en relación con una región en particular, o un tópico o tema de investigación específico. Esta prestigiosa revista mejora el acceso al creciente cuerpo de información y literatura arqueológica mediante la publicación de artículos críticos originales. Los estudios que son publicados sobre un tema seleccionado cubren importantes trabajos de campo y nuevos descubrimientos, examinando críticamente la literatura reciente en el área de interés. Página web de la revista: https://www.springer.com/journal/10814
Video conferencia: "Un recorrido por la paleoetnobotánica del Caribe isleño". Dictada como parte del curso "Arqueología del Caribe" de la Embajada de Francia en la República Dominicana y el Centro Cultural León Jiménes
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